Nombre científico: | Quetzalcoatlus northropi |
Significado: | «De Quetzalcoatl (un dios azteca), de John Knudsen Northrop» |
Identificación: | Pterosaurio pterodactiloide |
Tamaño: | 11 m de envergadura, 5 m de alto y 250 Kg de peso |
Dieta: | Carnívora; depredador de pequeños animales terrestres |
Depredadores: | Pocos, excepto si algún tiranosáurido o dinosaurio de presa lo capturaba cuando estaba en tierra |
Locomoción: | Volador y cuadrúpedo obligado en tierra |
Rango temporal: | Cretácico Superior (68-65 Ma) |
Distribución geográfica: | Desde Texas hasta Montana, Estados Unidos |
Hábitat: | Zonas del interior del continente, alrededor de lagos y ríos en llanuras semiáridas |
El Quetzalcoatlus fue uno de los últimos y más grandes pterosaurios y una de las criaturas voladoras más grandes de todos los tiempos. Sin embargo, estudios recientes indican que era un acechador terrestre, un animal que cazaba presas pequeñas como dinosaurios pequeños o jóvenes, lagartos y mamíferos. Tenía un largo pico sin dientes, miraba con cuatro veces mejor claridad que los humanos, la mayor parte de su longitud la constituían su cabeza y cuellos, los cuales medían 2.5 y 3 m respectivamente, pero su cola era muy corta.
Como todos los pterosaurios, estaba cubierto de estructuras parecidas a pelo, llamadas picnofibras. El ala estaba formada por una membrana, llamada braquiopatagio, que se extendía desde el brazo y el cuarto dedo hipertrofiado de la mano, que en el Quetzalcoatlus medía 2.5 m, hasta la pata. Los otros tres dedos de la mano eran pequeños y terminados en garras. De la muñeca salía el pteroide, un hueso único en los pterosaurios, que ayudaba a sostener el propatagio, una membrana presente en parte del borde de ataque del ala, desde el hombro hasta la mano. Las fibras en las alas, conocidas como actinofibrillas, les daban soporte estructural y rigidez.
Los pterosaurios ponían huevos suaves, correosos y porosos, que podían absorber nutrientes del suelo. Los huesos de las alas de las crías ya estaban bien formados y listos para el vuelo.
Comparación de los tamaños de Q. northropi (verde), una especie innombrada (azul) y un humano. Fuente: Matt Martyniuk/Wikimedia Commons |
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